CASTIGOS DIVINOS

En la entrada de mi blog de hoy podemos leer los castigos de Sísifo, de Tántalo, Ixión y Laocoonte. Que son cinco dioses de la mitología griega:

SÍSIFO: No se sabe exactamente el motivo por el cual lo castigaron. Dicen que podría ser porque reveló al dios Asopo que quien raptó a Egina fue Zeus, otra opción fue por su impiedad o bien, también se piensa que fue por atacar y asesinar a viajeros. Su castigo fue: éste consistía que tenía que empujar una piedra por una montaña hasta que alcanzase la cima. Pero cada vez que intentaba alcanzar la cima la piedra siempre rodaba hacia abajo y entonces Sísifo tenía que volver a empezar.

TÁNTALO: Lo castigaron porque traicionó la confianza de los dioses, contando secretos a los que habían tenido acceso al Olimpo. El castigo fue lo metieron en una laguna donde habían muchos frutos y siempre tenía sed y hambre pero no podía beber agua porque el agua desaparecía cuando lo intentaba ni comer porque cuando intentaba alcanzar el fruto, se alejaba de él.

IXIÓN: Zeus castigó a Ixión porque presumió de haber seducido a Hera, Zeus se enfadó tanto que lo mató con un rayo y lo envió al infierno. Allí le condenó a un abismo profundo, llamado Tártaro donde Hermes lo ató con serpientes a una rueda ardiente que daba vueltas sin cesar. Solo pudo descansar cuando Orfeo estuvo en los infiernos, que con su canto magnífico, hizo que la rueda parara.

PROMETEO: Había engañado a los dioses haciendo que recibieran la peor parte de cualquier animal sacrificado y los humanos la mejor. Además había robado el fuego para entregarles a los mortales y así fue castigado por Zeus. Fuerza, Violencia y Hefesto llevaron preso a Prometeo hasta encadenarlo a una roca en Escitia. Hefesto tiene sus dudas sobre si encadenarlo o no porque es pariente de Prometeo pero sabe que no puede desobedecer a Zeus, entonces lo encadena y Prometeo se lamenta.

LAOCOONTE: El origen del castigo dicen que puede ser porque los troyanos se pensaban que el caballo que se encontraron en las puertas de Ilión, era un objeto sagrado y Laocoonte lo quemó. Así que en ese instante salieron dos serpientes del agua y se comieron a sus dos hijos, angustiado se pone a luchar contra las serpientes y le acaban devorando a él también.